Cuando Bea, la mamá de Darío, esperaba su primer bebé (Adriana) Oscar el papá pintó un mural para la habitación de la niña, la pintura era un cielo y en él está pintado una niña (Adriana) y las mascotas de la familia, junto a ellas pintó también un astronauta. Bea preguntó que porque había pintado eso, y Oscar le respondió…
– ese es el hermano que va a tener Adriana en un futuro
Cuando finalmente nació Darío, el papá también pintó un mural para su habitación, en él representó a la misma niña que había hecho anteriormente (Adriana) pero ya más mayor, y a Darío con el mismo traje de astronauta, ambos sentados en la luna.
Pues bien, una vez que conocieron la enfermedad y ante el pensamiento de que el niño no pudiese practicar deportes ni llevar una vida normal, a una amiga de la familia se le ocurrió consolarles diciendo..
-no os preocupéis, él será otra cosa, quizás astronauta, que es muy listo, y allí como no hay gravedad no tendrá que preocuparse de caerse ni nada de eso..
Sumado a todo esto al hecho de ponerle su casco y sus rodilleras, a la familia les recuerda siempre aquello del astronauta.
La asociación creada por el papá de Darío, tiene por nombre “Por dos pulgares de nada” debido a que el pequeño nació con los dos dedos pulgares del pie metidos hacia adentro, lo que se le conoce con el nombre de hallux valgus o juanetes congénitos.