Estamos ante un personaje del folclore popular que ha sido reinventado con los años, pero… ¿Cuál es la versión original? ¿De donde proviene el mito?
En los últimos tiempos, hemos visto la figura de la vieya´l monte subida a cabalgatas navideñas repartiendo caramelos, escenificada con madreñas y pañuelo en la cabeza o la han vestido de bruja.
Lo cierto es que las representaciones son libres y respetables, no habiendo una versión original de entre las diferentes zonas en las que el mito fue tradicional.
El motivo de estas “versiones” para la “vieya”, es sin duda la heroica gesta de luchar contra su desaparición, pues como explicaremos más adelante, la continuidad del mito se hace imposible siguiendo la tradición que la trajo hasta nuestros días, por lo que muchos colectivos y vecinos se ven en la obligación de reinventar esta figura mitológica leonesa.
¿Quién es la Vieya´l Monte?
La vieya´l monte es producto del imaginario local, y como tal, existen varias versiones repartidas por la geografía leonesa, así que nos centraremos en los nexos comunes a todas ellas.
La “vieja del monte” (en castellano) es un personaje mitológico usado antaño para engatusar a los niños, como por ejemplo sucede con los clásicos “gamusinos”.
¿De qué zonas es típica?
Principalmente de la montaña leonesa en toda su vertiente cantábrica, especialmente en la zona oriental, aunque también aparece en la ribera con algunas diferencias.
¿Cuáles son sus "Superpoderes"?
Pongámonos en situación. Hace mucho tiempo, los habitantes de las tierras leonesas eran en su mayoría pastores, agricultores, leñadores y mineros (especialmente en la montaña).
Desde bien temprano, se despedían de sus más pequeños hasta el final del día. Estas largas ausencias diarias, hacían que los padres y familiares del mozo tuvieran que esforzarse el doble para despertar un poco de fantasía infantil en el niño, y de paso consolar la tristeza en sus rostros al no poder llevarles a sus duros trabajos.
Así que en ocasiones cuando regresaban a casa, abrían sus zurrones delante del niño y sacando un delicioso pan recién orneado, algún bollo o quizás un trozo de chorizo, se lo ofrecían al rapaz y le explicaban que era de parte de la vieya´l monte, que se la había encontrado de camino y era un regalo para él o ella.
Automáticamente el niño pensaba…
-“Esto no lo había llevado mi padre cuando salió de casa”-
Por lo que la explicación de la “vieya” satisfacía más que de sobra su curiosidad, y lo siguiente era hincarle el diente a los manjares.
Podríamos resumir, que la “vieya” era una suerte de ermitaña caritativa, que tenía en la bondad su máximo superpoder.
¿Cuál es su origen?
Seguramente es una tradición de origen celta que evolucionó hasta nuestros días.
Hay quien dice...
- Hay quien dice que siempre viste de negro.
- Hay quien dice que viste con madreñas, falda regional y pañuelo negro.
- Hay quien dice que es una bruja buena.
- Hay quien dice que vive con un lobo como mascota.
- Hay quien dice que vive en una cueva.
- Hay quien dice que cuando hay arco iris, si te fijas en lo más alto, podrás verla (L’arcu la Vieya, leyenda de origen celta)
- Hay quien dice que conoce a todos los niños del pueblo, y sabe si se portan bien o mal.
Relato
Nada mejor para explicarlo, que un relato interpretativo.
Escrito por Juan A. Gil Valbuena de la casa rural “Cinco leyendas” (Liegos)
– Ven acá, rapaz. ¿A que no sabes quién me preguntó hoy por tí?-
Vaya si lo sabía. Llevaba toda la tarde pensando en ello. –¿Quién te preguntó por mí?-
– ¡Pues la Vieja del Monte! la encontramos atropando palos junto a la Canalina. Nos preguntó que donde andabas, que cómo no habías ido a por leña tú también, pero ya le dijimos que para otro año, que ya habrás crecido un poco más, ya podrás venir.-
En ese momento ya no importaba no haber ido. – ¿Y cómo es que la Vieja del Monte me conoce si nunca puedo ir a verla?-
– Hombre, la Vieja conoce a toda la gente del pueblo, y además, a los rapaces os quiere mucho, y siempre pregunta a los mayores por vosotros. Aunque no os haya visto todavía, os conoce de sobra. Fíjate si sabe de tí, que me dijo que tenías que aprender a leer cuanto antes. Que si aprendes este año a leer, para otro ya te dejará tu madre ir al monte-
Lo de aprender a leer no entraba dentro de mis planes, pero bueno, si lo dice la Vieja del Monte… – ¿Y viste al lobo que tiene como si fuese su perro?-
– Sí, claro, siempre anda detrás de ella igual que un corderín, parece mentira que sea un lobo. ¿Pero, por qué no miras en el zurrón, a ver qué encuentras…?-
Ahora sí que se ponía uno contento. Dentro del zurrón había un paquete hecho con hojas de periódico que rezumaba grasa roja de chorizo. – ¿Esto es para mí?-
– Pues sí. Me dijo la Vieja que te bajase un cacho de chorizo del suyo para que lo probases. Y también un poco de pan que hace en su horno, y un trozo de queso de sus cabras. La verdad es que te tiene que querer mucho cuando te manda tantas cosas. Cuando yo era pequeño, a mí me mandaba un poco de pan blanco, a lo mejor untao de tocino, y sólo de vez en cuando… Se ve que a tí te mira con buenos ojos-