El nombre de Béjar tiene sus raíces en la época de la dominación árabe de la península ibérica. Durante este período, la ciudad fue conocida como “Béxar” o “Béjar”. El término árabe “Béxar” podría derivarse de “Bashar” o “Bishar“, que significa “mucha agua” o “hombre de buenas noticias”. La interpretación de “mucha agua” parece más lógica debido a la abundancia de manantiales y fuentes en la zona.
Este origen árabe del nombre refleja la importancia de la ciudad durante la ocupación musulmana, cuando era una fortaleza estratégica. La etimología del nombre destaca la riqueza natural de Béjar, especialmente en términos de recursos hídricos, que han sido vitales para sus habitantes a lo largo de los siglos.