En su alimentación no pueden faltar las hojas de arbustos, de árboles bajos, las bayas y los brotes tiernos. Su adaptación al entorno le permite modificar la alimentación en función de la época del año. Mientras que en primavera predomina en ella la ingesta de herbáceas, en otoño son las gramíneas el sustento principal del corzo. Algunos de sus principales depredadores son el oso pardo, el lobo y el zorro.