Es una planta de ciclo anual que puede alcanzar más de 50 cm de altura adornando los campos con su tono rojo. De tallos rectos y poco ramificados.
Vive en sustrato calcáreo o silíceo, evitando zonas encharcadas, sustratos margosos compactos, yesosos o salinos. Tiene gran resistencia a climas extremos como el continental, soportando altas temperaturas y sequías, siendo el frío quien limita su expansión.