Hace escasos días, el equipo formado por los arqueólogos Ángel Morillo catedrático de historia de la complutense de Madrid, Almudena Orejas investigadora científica del CSIC, Agostino Nobilini y Brais X, publicaban el estudio denominado: El conjunto de campamentos romanos para prácticas de Trobajo del Camino y Oteruelo de la Valdoncina.
Parece ser que los campamentos encontrados, tenían la función de servir como base de entrenamiento de los futuros legionarios que aglutinarían las filas de Roma en el oeste de la península ibérica.
En ellos, los legionarios aprendían el arte de la guerra, como la exploración (metatores) o ingeniería militar (mensores). También a excavar trincheras, crear empalizadas, elevar terraplenes y demás estrategias de la época.
Este tipo de construcciones militares, eran muy tomadas en serio por Roma, y se las consideraban de alto valor simbólico, demostrando con su sola presencia el poder imperial.
En palabras de Ángel Murillo:
“Este tipo de instalaciones exigía un trabajo colectivo y coordinado, y se relacionaba con el mantenimiento de la moral y de la identidad, con el orden y la jerarquía”
Desde el comienzo de la misma, se ha recopilado una cantidad relevante de información sobre castros y yacimientos arqueológicos en municipios cercanos a la capital leonesa, descubriéndose un primer recinto militar en Trobajo del Camino.
La localización del mismo, llevó al equipo de arqueólogos a expandir la búsqueda hacia Oteruelo de la Valdoncina y alrededores de León.
Ayudados de modernas técnicas como la foto aérea o la teledetección, localizaron los 18 posibles recintos.
Los tamaños de los varios yacimientos encontrados varían entre sí, siendo de media hectárea el más pequeño y tres el mayor, con pendientes entre el 1% y el 3% de desnivel.