Babia es una preciosa comarca leonesa que limita al norte con Asturias, al este con la comarca de Luna, al sur con Omaña y al oeste con Laciana. Famosa por su plenitud de verdes valles de montaña, ríos cristalinos y una paz que sólo el que la ha visitado puede dar fe.
La RAE dice sobre el término “estar en Babia” lo siguiente:
Sin enterarse de lo que ocurre alrededor.
Ejemplo: Tú, como vives en Babia, no la has felicitado.
En la edad media, cuando León era reino, Babia era un coto de caza real y un inmejorable lugar de reposo para calmar el estrés que el día a día de la corte provocaba en los soberanos leoneses. No se sabe qué rey fue el primero en elegir como destino vacacional Babia, pero tal comarca se hizo popular entre sus sucesores, que también vieron allí un buen lugar de reposo.
Tales eran las ausencias de los soberanos en palacio por estar en Babia, que las audiencias y demás asuntos no podían ser atendidos hasta que estos regresasen. Así que las personas que tenían que tratar con sus altezas, al preguntar por estos siempre recibían la misma respuesta: “están en Babia”.
Quizás cuando regresaban a palacio después de esos largos periodos de descanso, en sus mentes ausentes y miradas lejanas aún seguían en Babia, que es lo que hoy llamaríamos “síndrome post-vacacional”.
El caso es que la frase “estar en Babia” se popularizó a raíz de entonces como sinónimos de “estar distraído”, “estar ido” o “estar en la parra”.