Qué mejor día que hoy 9 de diciembre, Día Internacional contra el genocidio, para hablar de uno ocurrido en nuestra tierra.
La conquista romana de la península ibérica estuvo marcada por una brutal represión contra los pueblos indígenas que se resistían a la dominación imperial. Uno de los episodios más trágicos de este proceso fue la masacre perpetrada por los romanos contra el pueblo astur.
Antecedentes
Los astures eran un pueblo autóctono conocido por su férrea oposición a la expansión del Imperio Romano. A pesar de los repetidos intentos de los generales romanos por someterlos, los astures se rebelaron en varias ocasiones contra el dominio foráneo.
En el año 19 a.C., los romanos lograron finalmente someter a los astures después de una prolongada campaña militar liderada por Publio Carisio y Cayo Furnio. Sin embargo, en lugar de respetar a la población vencida, los comandantes romanos orquestaron un plan para aniquilar a los astures.
La Masacre
Según las fuentes históricas, los generales romanos engañaron a los líderes astures, convocándolos a una supuesta reunión de paz. Cuando los representantes astures acudieron confiados, fueron brutalmente asesinados por las tropas romanas.
Este acto de traición desencadenó una feroz represión que se extendió durante años. Los romanos llevaron a cabo una campaña sistemática de exterminio, masacrando a miles de astures sin distinción de edad o género. La intención era destruir por completo a este pueblo indígena y su identidad cultural.
Consecuencias y Legado
El genocidio de los astures dejó una profunda huella en la historia de la península ibérica. La población astur sufrió un duro golpe demográfico y cultural, perdiendo gran parte de su autonomía y tradiciones ancestrales.
Diversos historiadores coinciden en que este episodio constituye un claro caso de genocidio, con la intención deliberada de los romanos de aniquilar a este grupo étnico y cultural.
La masacre de los astures a manos de los romanos es un oscuro capítulo de la conquista imperial que merece ser recordado y analizado con la debida rigurosidad histórica.