Desde La Región Leonesa, alzamos la voz contra las decisiones de la Junta de Castilla y León que, lejos de reforzar la prevención, parecen debilitarla, poniendo en riesgo nuestros montes y la vida de nuestras gentes. Con la llegada del verano y el creciente riesgo de incendios, la preocupación se cierne sobre nuestro territorio.
El desmantelamiento de la vigilancia humana en la Región Leonesa
La inquietud es palpable en Zamora. La información indica un progresivo desmantelamiento de la red de vigilancia de incendios para 2025, que afectará drásticamente a la provincia: de las 20 torres operadas por vigilantes, se pasará a solo 12, lo que implica la supresión directa de 8 puestos de trabajo.
Esta situación se replica en nuestra Región. En Salamanca, se ha denunciado la eliminación para 2025 de cuatro torres de vigilancia esenciales (Peña de Francia, Peña Carbonera, Sierra del Castillo y Paso de las Palomas). Esto no sólo afecta a nuestra región. En la vecina Castilla se ha mostrado preocupación por la decisión de la Junta de eliminar un gran porcentaje de las torres, como es el caso de Palencia, pasando de cerca de 200 a un centenar, lo que afecta directamente a cuatro localizaciones en el norte de esta provincia.
Estos despidos son calificados por algunos sindicatos como grave irresponsabilidad, no sólo por el aumento del riesgo de incendios, sino también por la pérdida de empleo público que contribuía a fijar población en nuestras zonas rurales. La Junta justifica estas medidas basándose en un conteo de avisos que, para muchos, manipula la información: un ojo experto en una torre detecta el fuego al instante, mientras las múltiples llamadas ciudadanas al 112 por un mismo incendio se cuentan como avisos separados, enmascarando la vital labor del vigilante. Es una lección no aprendida de tragedias recientes en nuestra propia Región, como los devastadores incendios de Losacio y la Sierra de la Culebra en Zamora, donde la falta de una detección y comunicación a tiempo tuvo consecuencias catastróficas.
La “solución” de la Junta: Cámaras y cifras millonarias… ¿Suficiente?
Ante las críticas, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta ha respondido con una apuesta por la tecnología. Anuncia una inversión de casi 800.000 euros para desplegar 35 nuevas cámaras en la provincia de León, con el objetivo de que este sistema cubra visualmente el 34% de la superficie forestal, es decir, una de cada tres hectáreas de nuestros bosques. Se afirma que estas cámaras, que ya comenzaron a implantarse entre 2019 y 2020 en el Bierzo, mejorarán sustancialmente la detección y permitirán a los profesionales obtener información en tiempo real las 24 horas del día, los 365 días del año. La meta es extender esta videovigilancia a toda la Comunidad en 2026, con una inversión total prevista de 11 millones de euros.
Un contraste preocupante: La realidad sobre el terreno
Sin embargo, desde La Región Leonesa, observamos este anuncio con escepticismo y profunda preocupación. ¿Un sistema de cámaras es realmente eficaz? La experiencia de más de una década demuestra que estas no han logrado detectar ningún incendio forestal de manera autónoma. ¿Qué pasa entonces con el 66% de nuestros montes que no estarán en el “visual directo” de estas cámaras? ¿Y quién vigilará el terreno, realizará las labores de prevención y aportará ese conocimiento insustituible del entorno que solo el ojo humano y la presencia constante ofrecen?
Además, la problemática va más allá de los recortes planificados. En Segovia, durante el verano de 2024, la Inspección de Trabajo dictaminó que 13 de las 23 torres de vigilancia no eran aptas debido a graves deficiencias estructurales. Ante la “imposibilidad” de la Junta para subsanar estos problemas, la solución fue el cierre y la instalación de provisionales “casetas”. Este ejemplo, es sintomático de una gestión deficiente y criterios inconsistentes dentro de la propia Junta, donde la seguridad de los trabajadores y la eficacia de la prevención quedan en entredicho.
Las cámaras, financiadas en parte con Fondos Europeos, son un complemento, no un sustituto. No resuelven la pérdida de empleo público que tanto necesitamos para fijar población en nuestras zonas rurales, ni compensan la insustituible labor de nuestros vigilantes.
Potenciales riesgos para la salud humana y animal
Ecologistas en acción, denunciaba además potenciales riesgos para la salud, debido al sistema empleado de estás cámaras, el cual está basado en una red privada de telecomunicaciones con sistema IP, formada por una red de radioenlaces, que conecta las cámaras de las torres con los nodos de entrega de datos, sin tan siquiera plantearse si se trata de algo aparentemente inocuo o perjudicial para la salud.
Es cierto que para algunas situaciones de emergencia puede venir bien tener conexión en los espacios más recónditos de nuestra geografía, pero cabe preguntarse si no es mejor que en esos lugares podamos conseguir una desconexión o evasión completa que nos permita disfrutar sin distracciones de los paisajes que nos rodean y sin verse sometidos en ellos a la cada vez más presente y silenciada contaminación electromagnética.
Ahora… echa el cálculo con cientos de estas cosas en nuestros montes y bosques…
Nuestra Región Leonesa merece respeto y seguridad
Las decisiones de la Junta de Castilla y León, ya sea por política de recortes, falta de visión, negligencia en el mantenimiento o todo junto, están socavando la primera línea de defensa contra los incendios forestales: la vigilancia humana y la infraestructura de detección temprana. Esto no solo eleva el riesgo para nuestro valioso patrimonio natural, sino que también destruye empleo público crucial para fijar población en nuestras zonas rurales.
Este verano 2025, ya no tendremos en nuestros montes a muchos vigilantes que pudieran impedir en un momento dado el acto vandálico del pirómano y evitar males mayores, en su lugar tendremos a una cámara que actuará cuando el mal esté ya hecho y el incendio pudiera ser incontrolable.
Desde La Región Leonesa, exigimos una prevención seria y eficaz, basada en la experiencia y en el insustituible valor de la presencia humana. Nuestros montes y pueblos no pueden estar a merced de decisiones que ignoran la realidad del terreno y ponen en riesgo lo más importante: la seguridad de nuestros vecinos y la viabilidad de nuestro territorio. La vida de nuestra tierra y de su gente bien vale una mirada atenta y una política forestal responsable.
¿Sois una entidad y queréis apoyar?
Si sois una asociación, partido o cualquier entidad pública o privada y deseáis participar como convocantes por favor enviadnos vuestra solicitud y logo. Se hará un cartel reivindicativo incluyendo vuestro logotipo entre los convocantes.