Ciudad Rodrigo vuelve a vestirse de luto. Este viernes, el río Águeda, a la altura del paraje de El Vado, se cobraba la vida de Manuel, un joven de la zona con tan sólo de 20 años mientras estaba acompañado de su madre. La tragedia ha conmocionado a los vecinos, aún marcados por la dolorosa e irresoluta muerte de Álvaro, otro joven de su misma edad encontrado en la zona con signos de violencia hace apenas cinco meses. A pesar de la rápida movilización de un amplio dispositivo de rescate, Manuel no pudo ser salvado, y su fallecimiento reabre heridas en una tierra ya golpeada por el dolor.
Este triste suceso se suma al reciente luto por Rubén, un menor de 14 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida en el río Tormes por el GEAS de la Guardia Civil, tras dos días de intensa búsqueda después de su desaparición mientras se bañaba cerca de la presa. Con estos dos jóvenes, ya son seis las muertes por ahogamiento registradas en espacios acuáticos en esta provincia desde 2023, y dos de ellas solo en lo que va de año.
Nuestros ríos, pozas y embalses, aunque atractivos en los meses de calor, esconden peligros que no debemos subestimar. La falta de zonas autorizadas y la aparente tranquilidad del agua pueden ser engañosas. El agua es impredecible, y la imprudencia puede tener consecuencias devastadoras.
Desde este medio, con el corazón encogido por estas pérdidas, hacemos un llamado a la máxima prudencia. La vida es frágil. Cuidémonos, cuidemos a los nuestros y recordemos que el respeto al agua es una obligación vital. Que el dolor de Ciudad Rodrigo, y de toda nuestra provincia, nos sirva de amargo pero necesario recordatorio para extremar la precaución.