Donde Valladolid no llega, llegan nuestras costumbres.
En Fermoselle, Zamora, el pasado vuelve con fuerza y con propósito. Ante la precariedad de su actual consultorio médico —sin ventilación, con salas improvisadas y espacios indignos—, el alcalde José Manuel Pilo Vicente (Zamora Sí) ha lanzado una campaña de aportaciones voluntarias que recuerda a los tiempos del concejo: cuando el pueblo era uno, y la comunidad su mejor medicina.
El objetivo es claro y urgente: transformar las antiguas escuelas de infantil en un moderno centro asistencial, digno y funcional. Aunque ya se cuenta con ayudas institucionales —70.000 euros de la Diputación y 30.000 del Ayuntamiento—, aún falta financiación. Y como antaño, cuando los vecinos ponían mano, piedra y alma para levantar casas tras un incendio o regalarle a los recién casados su primera pareja de vacas, el concejo vuelve a latir.
“En Fermoselle tenemos memoria”, dice el regidor. “Ya lo hicimos en los 80, construyendo una residencia con donaciones del pueblo y los emigrantes. También restauramos el órgano de la iglesia. Sabemos cómo ayudarnos”. Ahora, desde ese mismo espíritu, se pide colaboración a vecinos, pueblos cercanos —Villar del Buey, Cibanal, Formariz, Fornillos y Pinilla— y a cualquiera que quiera sumar.
El entorno del futuro consultorio ya empieza a parecerse a lo que se sueña: aceras nuevas, plazas de aparcamiento, accesos despejados… pero falta la esencia. Falta que el concejo se junte, como lo ha hecho siempre, para convertir una necesidad en causa común.

En una España rural que a menudo espera más de lo que recibe, Fermoselle ha decidido no esperar a que “toque”. Porque cuando la salud está en juego, el calendario administrativo no siempre responde; y si pensamos en la junta…esto se maximiza. El pueblo ha vuelto a ser concejo. Ha vuelto a ser comunidad, ha vuelto a ser en definitiva: ¡Pueblo de León!
DONACIONES PARA EL CONSULTORIO
Caja Rural de Zamora
IBAN: ES9730850048332623364219