Alcañices es la capital de la comarca del Aliste, tierra famosa por su “ternera de Aliste”, sus quesos, aceitunas, embutidos… etc. Aunque la gastronomía es un pro a la hora de visitar esta tierra, no es todo lo que nos tiene que ofrecer, ni mucho menos!

Alcañices es un pueblo con muchos siglos a sus espaldas, siendo protagonista en varias ocasiones de hechos históricos entre Reinos de la península, y siendo reconocido por el tratado que lleva su nombre.

Firmado el 12 de septiembre de 1297 entre Fernando IV de Castilla y Dionisio I de Portugal, estableció las fronteras entre el reino de León y el reino de Portugal, que recibía una serie de plazas, fuertes y villas a cambio de romper sus acuerdos que lo posicionaban en contra del reino de León, dando lugar a una de las fronteras más antiguas de Europa.

¿Qué ver en Alcañices?

Iglesia de Alcañices:

Construida sobre los restos de una iglesia románica del siglo XII-XIII.

Tiene planta de cruz latina y conserva la portada de arco apuntalado y triple arquivolta

Torre del Reloj:

Situada en plena plaza mayor data de entre los siglos XI al XIII

Es de lo poco que se conserva del castillo y muralla de Alcañices que rodeaban la ciudad.

Antiguas escuelas:

En la salida hacia Portugal nos encontramos con un edificio histórico. De estilo renacentista y construido a primeros del siglo XX, fue escuela municipal hasta hace bien poco, después reconvertido en museo y terminó siendo el ayuntamiento.

Fuentes:

En el pueblo podremos observar varias fuentes, caños y lavaderos de notable antigüedad. El ayuntamiento, sabiendo de su importancia turística, editó hace unos años un folleto con un interesante recorrido que transcurre por todas ellas.

Además de estos edificios representativos del pueblo, es interesante darse un recorrido a pie y observar los restos de las murallas, las casas tradicionales de la zona o darse un paseo por su naturaleza cautivadora.