El Arco de San Benito es más que un simple monumento; es un testimonio del pasado de Sahagún y símbolo de su herencia cultural.
También conocida como “la puerta de Sahagún”, es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital sahagunense, de obligada visita para peregrinos y turistas.
Historia
Su nombre hace referencia a San Benito de Nursia, fundador de la orden benedictina, que tuvo una influencia significativa en la vida monástica y religiosa de Sahagún. Fue construido alrededor del año 1662 por el arquitecto Felipe Berrojo para sustituir a la anterior portada románica del monasterio que estaba en ruinas. La intención de Berrojo, fue la de que la carretera nacional N-120 entrase en Sahagún bajo el mismo monumento a modo de arco del triunfo, de ahí que se le conozca como “la puerta de Sahagún”.
Arquitectura
El arco presenta un estilo neoclásico y está construido en ladrillo y piedra, lo que le confiere una apariencia robusta y elegante. Su diseño incluye elementos decorativos que reflejan la estética de la época, con detalles en el frontón y columnas que enmarcan la entrada.
Importancia Cultural
El Arco de San Benito no solo es un símbolo de la arquitectura de Sahagún, sino que también representa la historia cultural y religiosa de la zona. Sahagún fue un importante centro de peregrinación y desarrollo monástico en la Edad Media, y el arco es un recordatorio de esa rica herencia.