Los lobos son carnívoros sociales que viven en grupos familiares jerarquizados compuestos por una pareja reproductora y sus crías de varios años y/o camadas precedentes. Resulta difícil conocer el tamaño real de la población (número de individuos) ya que el total puede variar de forma notable incluso dentro de un mismo año, por ejemplo antes y después de los partos.
Además, entre un 10 y 15% de la población no está estrictamente asociada a grupos territoriales, aunque se sabe que el grueso del número de individuos tiene su hábitat en la Región leonesa y Galicia, después de que en el último siglo se viese obligado a emigrar del resto de la península ibérica.
Hasta la década de los 80, en España se consideraba al lobo una de las peores alimañas, no existiendo un control de natalidad para la especie, y estuvo al punto de ser considerado en peligro de extinción.
Fue la época de comienzo del activismo ecologista, y el biólogo español más universal, Félix Rodriguez de la Fuente, tomó a este animal como su reto personal, logrando no sólo salvar a la especie sino borrar el estigma que siempre lo había acompañado.