Castilla y León se encuentra entre las comunidades autónomas más afectadas por el descenso poblacional. León, una provincia con 211 municipios y más de 1.200 pueblos. Los políticos y consejeros de sanidad de la Junta de Castilla y León se atreven a hablar de concentrar servicios en el medio rural, lo que haría desaparecer la atención temprana de la mayoría de pueblos de la provincia. No lo podemos permitir.
Son ya demasiados años en los que la Junta de Castilla y León está dejando de invertir de forma descarada en nuestra comarca, colaborando a la estrangulación y el abandono de nuestros pueblos y nuestras zonas rurales. Cada día inventan algo nuevo para darle la vuelta a la realidad pero con la finalidad de quitarnos una sanidad pública digna.
El modelo que pretenden implantar desde la Junta de Castilla y León de ordenación sanitaria, es concentrar a todos los médicos en los consultorios cabeceras de comarca, quitándonos las consultas y en la que la alternativa que ofrecen a los pueblos es que quien requiera atención médica más concreta, tendrá que ser el enfermo quien viaje al consultorio de concentración potenciando para ello el transporte a la demanda.
Así se eliminarían las consultas diarias en los pueblos, será obligatorio pedir cita para cualquier tipo de atención, además de obligar a los pacientes a desplazarse a la capital de comarca para poder pasar consulta. ¿Te imaginas tener que hacer más de 100 kilómetros para poder ir a cualquier revisión o para una urgencia?
La solución que propone la Junta para suplir las carencias de personal en los pueblos es que los vecinos hagamos de voluntarios para atender pacientes. Es una propuesta totalmente inaceptable que nos hace sentir como si fuéramos ciudadanos de segunda clase.
FALTAN MÉDICOS Y ENFERMEROS y lo estamos pagando los pueblos. Empezaron hablándonos de que si no teníamos 50 cartillas no éramos nadie, nos cerraron consultorios y no aceptamos este robo al derecho a la sanidad pública de calidad, la Constitución no pone un número mínimo de personas ante los derechos humanos.
La mayoría de los habitantes de estos pueblos son personas mayores que llevan años y años trabajando y pagando impuestos como para que ahora vean coartado su acceso a la sanidad y deban encontrar el modo de desplazarse hasta las capitales de comarca o ser atendidos por alguien sin la formación necesaria.
Bajo esta “reordenación” dicen que van a mejorar la asistencia sanitaria. Para mejorar la asistencia sanitaria, deben dotar a los consultorios de los pueblos de toda la maquinaria que necesitan los facultativos para atendernos, para empezar que puedan ver los resultados de cualquier examen que nos hayan mandado, tener instrumental, adecuar los espacios, tener material para la consulta, a parte del maletín que transporta el médico a diario, si tienen los consultorios con una mesa y una camilla es normal que nos manden todo el tiempo a Astorga y a León, ya que ni siquiera dotan a los consultorios para hacer su trabajo.
No van a conseguir que nos callemos, que renunciemos a nuestros derechos, que nos dejemos tratar como los pobretones del pueblo. No nos van a bajar los impuestos a pesar de no darnos servicios pero nunca conseguirán que bajemos la frente e hinquemos la rodilla, porque vamos a seguir nuestros pueblos, nuestros consultorios, muestras médicas y nuestras enfermeras. Esto no es un plan eficaz y no son medidas que ayuden a luchar contra la despoblación. NO TENEMOS QUE TAPAR LOS VECINOS LAS CARENCIAS DEL SISTEMA SANITARIO.
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