Contexto Histórico
Históricamente, el valle de La Robla ha sido un lugar de importancia por su ubicación estratégica y sus recursos naturales. En la Edad Media, el nombre ya aparece en documentos como “Robla” o “Robla de Luna,” reflejando su relación con el cercano valle de Luna. Estos documentos históricos mencionan La Robla en el contexto de la explotación de sus recursos forestales, especialmente los robles, que eran fundamentales para la construcción y otras actividades económicas de la época.
Teorías
Existen dos teorías para explicar el nombre de “La Robla”:
- Teoría 1: El término “Robla” deriva del latín “robura,” que significa “robles” o “maderas de roble.” Esta etimología nos da una pista sobre la abundancia de robles en la zona en tiempos antiguos, lo que probablemente dio nombre al lugar. Los robles eran árboles muy valorados no solo por su madera, sino también por su simbología de fuerza y longevidad.
- Teoría 2: Se piensa que deriva del leonés Robla o “conrobla” (firma) con que aún se conoce y solemniza en mercados y ferias leonesas el cierre de un trato sobre ganados. A su vez, este término procedería del latín “roborare“: Dar fuerza y firmeza a algo. Reforzar con razones o argumentos. Otorgar, confirmar, rubricar algo.
Las dos teorías son igual de válidas, existiendo documentación medieval suficiente para apoyar ambas. Quizás en el transcurrir de los siglos, los lugareños y visitantes aceptaron ambas versiones.
Así se manifiesta en el escudo heráldico del municipio creado en los años cincuenta del pasado siglo, donde están representadas las dos teorías, dos hombres dándose la mano en señal de “conrobla” o “robla” y un árbol de la especie Quercus robur, es decir un roble, además de una espiga y un racimo de uvas.