El arte románico en la región leonesa tiene algunas características propias. Las primeras manifestaciones se dieron en objetos de orfebrería, de marfil y de metal, con la introducción de temas y técnicas nuevas como por ejemplo se hizo en la Real Colegiata de San Isidoro de León. Los primeros artistas románicos fueron extranjeros contratados por los reyes; pronto se afincaron en tierras leonesas y crearon escuela donde los artesanos locales aprendieron y empezaron a elaborar obras en el nuevo estilo.