A veces, la historia oficial nos cuenta solo una parte del relato. Detrás de los grandes nombres y las gestas que cambiaron el mapa del mundo, a menudo operan figuras en la sombra, mecenas discretos o inversores con historias personales que superan cualquier ficción. Hoy, en La Región Leonesa, vamos a desenterrar uno de esos capítulos asombrosos. Esta no es solo la aventura de un capitán, sino la de Miguel Núñez: el astuto suegro, el mercader incansable, el “cristiano nuevo” con un pasado tan retorcido como apasionante, cuyo dinero fue clave para fundar un Nuevo Reino de León… ¡al otro lado del charco!
El sueño del Nuevo Reino de León: Una ambición con deudas… y un nombre familiar
Corría el año 1579. Imaginen la escena: Felipe II, el monarca más poderoso de su época, extiende su mano a un tal Luis de Carvajal de la Cueva. Un veterano de la Nueva España, sí, pero que recibe un privilegio que haría palidecer a cualquiera: la capitulación para “descubrir, pacificar y poblar” un territorio gigantesco. ¿Su nombre? Ni más ni menos que el Nuevo Reino de León. Un territorio inmenso que hoy abarcaría buena parte de México y de Estados Unidos.

La Corona tenía sus razones, y no eran pocas: frenar a los indígenas rebeldes, buscar rutas marítimas imposibles y la extracción de metales preciosos. Carvajal parecía el hombre ideal, con méritos y el apoyo del virrey. Pero la realidad era tozuda: nuestro capitán estaba más tieso que una vara. ¿Cómo iba a fletar barcos, alimentar a cientos, cruzar océanos y fundar un imperio si apenas tenía para empezar? Las crónicas oficiales no revelaban al benefactor.
Detectives del pasado: ¿Quién sacó la cartera para “nuestro” Nuevo Reino?
Aquí es donde se pone emocionante. El catedrático en historia Samuel Temkin, con paciencia de artesano, se zambulle en los legajos antiguos para desentrañar el misterio. Carvajal habló de sus parientes, quienes le apoyarían. Pero ni hermanos en la miseria, ni tíos carniceros que apenas sobrevivían, ni comerciantes de ultramar ya difuntos, ni siquiera un pariente rico en México, parecían tener la chequera necesaria para un proyecto de tal tamaño.
La pista se estrecha, y la luz recae sobre una figura que, hasta ahora, había permanecido en la penumbra de la historia: Miguel Núñez.
Miguel Núñez: El financiero, el azotado por la inquisición, el superviviente
Padre de Guiomar Núñez, la esposa de Carvajal, Miguel no era un suegro cualquiera. Eran socios en los negocios, moviendo trigo y vino por medio mundo. Y aquí reside la clave: ¡Miguel Núñez era un potentado! Un hombre de negocios con una fortuna considerable y una ambición sin límites. Para él, la aventura de su yerno no era sólo un favor, sino una oportunidad de oro, un nuevo horizonte para expandir su ya colosal patrimonio y asegurar el futuro de su familia.

Pero la vida de Miguel Núñez es digna de una serie de televisión, una epopeya que te enganchará:
- De Lisboa a las Arenas del Comercio: Nació en Lisboa, pero sus padres eran castellanos, “cristianos nuevos” que, como tantos en aquella época, tuvieron que huir de la Inquisición española en 1496. Desde crío, Miguel se codeó con la alta sociedad portuguesa, recibiendo una educación de primera. Pronto se lanzó al comercio internacional, fletando naves cargadas de mercancías hasta lugares como Fez, en Marruecos, donde ya comerciaba con grano a lo grande.
- La Sombra Negra de la Inquisición: Y aquí el giro dramático. A finales de 1541, sin previo aviso, Miguel Núñez es arrastrado a las mazmorras de la Inquisición portuguesa. ¿Los “cargos”? Nada menos que haberse atrevido a vivir en la judería de Fez (¡él, un “cristiano nuevo” mezclándose con judíos!) y, lo que era imperdonable, ¡defender a un judío en una disputa teológica! Incluso le imputaron adulterio. La verdadera razón, claro, era su origen y su presunta fe oculta.
- El Infierno del Tormento: Miguel se mantuvo firme, negando cada acusación. Pero la Inquisición no entendía de negaciones. Después de dos largos años de encierro y resistencia, la sentencia fue brutal: ¡tormento! Y no una, sino dos veces.
“Como consta que o reo nao foi atormentado sufsintemente como suas culpas requerião mandão que lhe seja repitido o tormento e lhe dem tres tratos de polle bem espertos“
(Processo de Miguel Nunes”, ANTT. Arquivo Nacional Torre de Tombo, Inquisição de Lisboa, núm. 2580, f. 109)
El famoso y salvaje “trato de polle” (una tortura que, te lo aseguro, no querrías ni imaginar) le arrancó la confesión que ansiaban. Un brazo roto, casi un mes postrado. Todo para que “confirmara” su judaísmo. - El Ave Fénix de los Negocios: Pero aquí viene la parte más asombrosa: tras cuatro años de infierno y una abjuración forzada, Miguel Núñez es liberado en 1545. Y aquí viene lo asombroso: lejos de estar arruinado o hundido, ¡este hombre se levantó de sus cenizas! Pese a unas quejas de “pobreza” (que, viendo sus negocios, debían ser más bien relativas), sus empresas no solo sobrevivieron a su encarcelamiento, ¡sino que siguieron prosperando! Poco después nacerían sus hijos, incluida Guiomar, la que un día uniría a la familia Núñez con el futuro gobernador de “nuestro” Nuevo Reino de León.
El legado que nos conecta
La conquista y colonización del Nuevo Reino de León, una empresa monumental avalada por la propia Corona, no habría despegado sin el olfato financiero y el capital de un hombre extraordinario: Miguel Núñez. Su vida fue un torbellino de astucia mercantil y supervivencia, siendo parte fundamental de la historia de América. Un verdadero héroe de su tiempo, un padrino de imperios, cuya historia nos recuerda que, a veces, los personajes más fascinantes no son los que empuñan la espada, sino los que, con su visión y su ingenio, mueven los hilos del mundo.

Fue un Nuevo Reino de León que, más allá de la ambición, se convirtió en un hijo lejano de nuestra tierra, al que partieron con esperanza y valor cientos de emigrantes leoneses, salmantinos y zamoranos, buscando en el nuevo continente un futuro.
Y fue así como Miguel Núñez sentó las bases de aquella extensa región cuya herencia geográfica pervive hoy en México y Estados Unidos, un eco indisoluble de nuestra propia identidad.
Basado en el trabajo del catedrático de historia Samuel Temkin, específicamente en su artículo: “Miguel Núñez, patrocinador de la colonización del Nuevo Reino de León y el tráfico de esclavos en la Nueva España.” Signos Históricos, vol. XXI, núm. 42, julio-diciembre, 2019, pp. 8-33. ISSN: 1665-4420. / “Processo de Miguel Nunes”, 3 de septiembre de 1541 a 9 de enero de 1545, Arquivo Nacional Torre de Tombo (ANTT), Inquisição de Lisboa, núm. 2850. (Nota 23 en el texto original) / Temkin, Samuel, “La capitulación de Luis de Carvajal”, en Revista de Humanidades, núm. 23, 2007, pp. 105-140 / Carta del Consejo de Indias al rey sobre la petición de Carvajal”, 25 de marzo de 1579, AGI, leg. 103, s. f. (Nota 11). / Fotografía principal: Calles de León (Guanajuto)