En los últimos años, y especialmente en momentos de alta incidencia de incendios forestales, han circulado mensajes que insinúan que los fuegos podrían estar provocados para facilitar recalificaciones urbanísticas. Sin embargo, la legislación vigente lo desmiente de forma tajante.
Esto es lo que dice la Ley nacional de Montes
La Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, modificada por la Ley 21/2015 y el Real Decreto-ley 15/2022, establece en su artículo 50 que:
“No se podrá cambiar el uso de los terrenos forestales que hayan sido incendiados durante al menos 30 años, salvo que concurran razones imperiosas de interés público de primer orden, apreciadas mediante ley, y siempre que se adopten medidas compensatorias que permitan recuperar una superficie forestal equivalente a la perdida.”
Esto significa que, por norma general, los terrenos quemados deben conservar su uso forestal durante tres décadas. Las comunidades autónomas están obligadas a restaurarlos y garantizar su regeneración vegetal. Las excepciones son muy restrictivas y requieren una ley autonómica o estatal que las justifique, además de medidas compensatorias. No basta con una decisión administrativa ni con intereses privados.
Además, si el cambio de uso ya estaba previsto antes del incendio —por ejemplo, en un plan urbanístico aprobado o en trámite que haya superado el procedimiento ambiental correspondiente— el incendio no impide que dicho uso se materialice. Pero estos casos están regulados y documentados, y no se trata de recalificaciones posteriores al fuego.
Esto es lo que dice la Ley autonómica de Montes en Castilla y León
La Ley 3/2009, de 6 de abril, de Montes de Castilla y León, replica esta prohibición en su artículo 92, que establece:
“Los terrenos forestales que hayan sido afectados por incendios no podrán cambiar su uso durante un período de 30 años, salvo que concurran razones imperiosas de interés público de primer orden, apreciadas mediante ley, y siempre que se adopten medidas compensatorias que permitan recuperar una superficie forestal equivalente a la perdida.”
Esta norma autonómica replica el espíritu de la ley estatal, dejando claro que no hay vía legal para recalificar suelo quemado de forma inmediata ni automática.
Teorías que circulan sobre el origen de los incendios
Aparte de la recalificación urbanística, han surgido otras teorías que intentan explicar la proliferación de incendios forestales en España:
- Extracción de minerales de tierras raras
Se ha especulado que algunos incendios podrían estar relacionados con intereses mineros, especialmente en zonas donde se han identificado yacimientos de tierras raras como neodimio, disprosio o lantano. Estos minerales son esenciales para la industria tecnológica y energética, y su extracción podría generar conflictos ambientales y sociales. Sin embargo, no existe evidencia que vincule directamente los incendios con planes de explotación minera, y cualquier proyecto de este tipo requiere estudios geológicos, autorizaciones ambientales y procesos administrativos complejos.
- Cambio climático y abandono rural
Esta es la explicación respaldada por la mayoría de expertos. El abandono del medio rural, la acumulación de biomasa, la falta de gestión forestal y las condiciones meteorológicas extremas (olas de calor, sequías prolongadas) han creado un cóctel explosivo que convierte los incendios en una amenaza estructural.
- Desinformación y conspiraciones
En redes sociales proliferan bulos que atribuyen los incendios a intereses ocultos, desde operaciones militares encubiertas hasta maniobras de especulación inmobiliaria. Uno de los ejemplos más llamativos es una imagen que circuló recientemente, supuestamente tomada por una cámara de seguridad, en la que se ve un haz de luz —presuntamente un láser lanzado desde el espacio— impactando en un bosque leonés. No hay ningún respaldo técnico, documental ni legal que avale semejante escena.
Este tipo de contenidos suelen surgir en las mentes creativas de algunos internautas —a veces jóvenes, a veces simplemente aburridos— que aprovechan el momento para lanzar sus montajes frikis, como cuando retocan a los famosos de turno con Photoshop para hacerlos parecer reptilianos o robots. El objetivo no es informar, sino viralizar, confundir y alimentar la paranoia colectiva.
La desinformación no solo distorsiona la realidad, sino que desvía la atención de las verdaderas causas: abandono rural, falta de inversión, gestión forestal deficiente y una institucionalidad que llega tarde o no llega.

- Falta de inversión y planificación
Organismos como Naciones Unidas y el Colegio de Ingenieros de Montes han advertido que la falta de presupuestos adecuados, la fragmentación administrativa y la ausencia de políticas a largo plazo están agravando el problema1.
Por tanto, las insinuaciones sobre recalificaciones urbanísticas o intereses mineros tras los incendios no tienen respaldo legal ni práctico. La normativa es clara y contundente: los terrenos incendiados deben permanecer como forestales durante 30 años, y cualquier excepción requiere un proceso legislativo riguroso y medidas de compensación ambiental.
La gran cantidad de incendios que asolan nuestra tierra no se deben a misteriosas conspiraciones, sino a dejadez institucional.
- https://okdiario.com/espana/informe-del-gobierno-admite-falta-recursos-contra-incendios-estamos-punto-del-colapso-15256656 ↩︎