Como moradores del planeta que son, los árboles llevan millones de años de ventaja al ser humano y quizá, por eso, se les venera desde la antigüedad. Su imponente imagen con sus ramas apuntando al cielo y sus raíces ancladas a la madre tierra ha inspirado leyendas en todas las grandes civilizaciones. Su belleza ha alimentado el imaginario colectivo de muchas culturas, e inspirado a artistas que han dejado en sus troncos mensajes tallados para sellar su vínculo con la humanidad y convertirlos en totems de la tradición de los pueblos. En el Bierzo los árboles tallados forman parte de una ruta de 16 esculturas de madera que recuerdan la vida, la tradición, e historia de generaciones de pobladores de estas tierras, que hablan de una gran comarca como es El Bierzo.