Al someter finalmente a los pueblos ibéricos, los campamentos romanos, antaño lugares netamente militares, crecieron y se fueron transformando en prósperas ciudades. Por ejemplo, el asentamiento de la Legio VII Gemina dio lugar a la posterior ciudad de León y a su “cannaba” de Ad Legionem, y el de la Legio X Gemina a la ciudad de Astorga.
La huella romana está presente aun hoy en día en cualquier paraje del territorio leonés. Todavía se funden con el paisaje urbano un buen número de construcciones de la época, puentes romanos, arcos, calzadas, murallas, canales de riego… que siguen desafiando la huella del tiempo en toda la Región Leonesa.
En Astorga anualmente se celebran los juegos de «Astures y Romanos«, un popular evento en el que las gentes de la comarca recuerdan aquellos días de batallas y convivencia con actividades propias de la época.