Antes de que existieran drones, cámaras o satélites, ya había miradas atentas en los montes de nuestra región. Ojos humanos, curtidos por el sol, la nieve y la intuición del que conoce su tierra como la palma de la mano. Son los agentes forestales —hijos del concejo, nietos del guarda de panes, y defensores silenciosos de un paisaje que habla su lengua.
Este oficio no se inventó ayer. Fue hace siglos, cuando los montes eran comunales, cuando cuidar la leña o vigilar los pastos era tan vital como sembrar trigo. Ya entonces surgió una figura imprescindible: el guarda. Como expliqué en mi anterior artículo sobre el guarda de panes, aquella figura fue el germen de lo que hoy entendemos como agente forestal o agente medioambiental: alguien que vela por los recursos del pueblo, con autoridad ganada por respeto y conocimiento del terreno.
De los guardas comunales a los agentes medioambientales: una evolución centenaria
La fecha que se toma como referencia oficial del origen de los Agentes Forestales y Medioambientales en España es el 11 de julio de 1877, cuando, bajo el reinado de Alfonso XII, se promulga la Ley de Mejora, Fomento y Repoblación de los Montes Públicos. En ella se crean los Capataces de Cultivos, encargados de vigilar y proteger los montes públicos. Dos años más tarde se les autoriza a denunciar daños, marcando el inicio de su función como policía forestal.
En 1907, ante la necesidad de contar con un cuerpo específico, se crea el Cuerpo de Guardería Forestal del Estado, y en 1931 sus miembros pasan a ser considerados Funcionarios Públicos, accediendo al cuerpo mediante oposiciones, y asumiendo oficialmente el papel de Guardas Forestales Auxiliares de Orden Público. Desde entonces, el cuerpo ha evolucionado: nuevas funciones, más preparación, más tecnología…hasta convertirse en parte imprescindible de nuestros espacios naturales.
Funciones actuales del agente forestal
Lo que antes era vigilancia de pastos y leñas, hoy son tareas tan diversas como:
- Prevención y extinción de incendios
- Control de la fauna silvestre
- Vigilancia cinegética y piscícola
- Educación ambiental en pueblos y escuelas
- Supervisión de aprovechamientos forestales
- Denuncia de vertidos y agresiones al medio natural
- Participación en rescates y emergencias
Aunque se ha modernizado el oficio, hay algo que no se puede digitalizar: la intuición del agente. su presencia y labor.
Presencia en la Región Leonesa
La comunidad autónoma de C. y León cuenta con más de 700 agentes medioambientales. De ellos, se estima que unos 200 a 250 operan en León, Zamora y Salamanca. León lidera el cupo por su extensión forestal, pero Zamora y Salamanca no se quedan atrás, sobre todo en zonas como Sanabria o Las Batuecas.
🔥 PELIGRO A LA VISTA: FIRMA POR LA VIGILANCIA HUMANA EN LOS MONTES DE CASTILLA Y LEÓN 🔥
La Junta está desmantelando torres de vigilancia forestal en toda la Comunidad, sustituyendo ojos humanos por cámaras que no detectan incendios de forma autónoma. Esta decisión pone en riesgo nuestros montes, empleos rurales y la seguridad de todos.
📢 Exigimos la restitución de las torres de vigilancia humana
📢 Reclamamos un estudio independiente sobre los riesgos tecnológicos
📢 Defendemos una política forestal responsable y eficaz
Este artículo pretende rendir homenaje a un oficio que, con discreción y entrega, ha sabido resistir el paso del tiempo. Porque cuidar el monte no es solo trabajo: es una forma de entender el mundo real desde dentro.