Los vettones nos legaron este juego que en sí es bastante simple, no destaca por su sofisticación, pero… si nos ha llegado al siglo XXI es precisamente por su sencillez para practicarlo, diversión y arraigo popular.
Era practicado por pastores de este pueblo celta en sus largas jornadas de trabajo, se entretenían apostando quién de ellos tenía mejor puntería tirando guijarros de río a un cuerno de vaca.
Lo que comenzó como algo ocioso fue evolucionando con el paso de los siglos.
Una vez tengamos la calva y el marro ya sólo nos falta un lugar para practicar este antiguo juego.
Las dimensiones de la cancha son de 25m de largo por 5m de ancho, pudiendo alterarse en una competición.
La distancia de tiro (en competición) son normalmente 14,5 metros.
Salamanca y Zamora unidas a la castellana Ávila son las provincias con pasado vetón donde este juego se se sigue practicando.
Si quiere ver una partida de la calva en directo le recomendamos estos lugares:
Ayoó de Vidriales organiza campeonatos varios fines de semana.