Un pasatiempo sano y ameno orientado a un amplio rango de edad es jugar a la llave, un juego de puntería en el que se puede competir contra un sólo adversario o por equipos.
En la región leonesa se practica casi exclusivamente en el Bierzo, aunque también juegan en Galicia y Asturias. Precisamente son los segundos los que reclaman la autoría del juego, asegurando que hace 100 años fueron los trabajadores del ferrocarril de Gijón quienes inventaron esta actividad en sus descansos aprovechando lo que se llamaba “llave de vías”.
La llave es una barra metálica de unos 120 cm de largo provista de 3 aspas giratorias de diferentes tamaños separadas entre sí. Para comenzar la partida se clava en la tierra y nos alejaremos 12 metros.
A esta distancia crearemos una línea en el suelo, y sin traspasarla nos dispondremos a tirar los 10 tejos, que son unas fichas de hierro de 200 gramos cada una. Las lanzaremos hacia la llave con la intención de puntuar lo máximo posible, teniendo en cuenta que el aspa superior de la llave es el más pequeño y difícil de dar y puntúa 20 puntos, el mediano 10 puntos y el inferior y más grande 5 puntos. Gana el que después de las rondas pactadas tenga mayor puntuación
Actualmente la llave está considerado deporte autóctono por la Junta de C. y León.