La trashumancia del ganado ha tenido desde tiempos prerromanos una gran relevancia en la región leonesa, llegando al extremo de condicionar la organización de los propios habitantes de la zona.
Son vías pecuarias que comunican zonas de pastoreo estacionales. Se denominan “reales” porque fueron creadas por el real decreto de Alfonso X “el sabio” en 1273.
Importantes cañadas cruzan la región:
Junto al real decreto se creó el Honrado Concejo de la Mesta, un ente que reunía a los pastores de León y de Castilla. Funcionaba como una especie de cooperativa ganadera real, y otorgaba unos beneficios muy atractivos para los pastores, como por ejemplo eximirlos de servicio militar, derechos de paso, derechos de pastoreo, exentos de testificar en juicios…
El concejo de la Mesta y su ganado, fueron imprescindibles para alimentar y vestir al Reino de León, siendo clave en la expansión territorial hacia el sur. A finales de la edad media, la mesta se había convertido en una de las instituciones más importantes de la península ibérica. Se reunían dos veces al año, una en el sur peninsular y otra en el norte. Desaparece en el año 1836.