Del abedul se cosechan, con fines medicinales, las hojas (Betulae Folium), las yemas o brotes jóvenes, la savia y con menor frecuencia, también la corteza, el leño e incluso las cenizas. Comparte con el roble, la encina, el sauce blanco, el pino silvestre y el olivo la categoría de gran árbol medicinal de la farmacopea europea.
El abedul ha tenido una presencia preeminente en las viejas tradiciones leonesas.