Este municipio berciano posee un peculiar nombre que ha generado diversas teorías sobre su origen. Hay documentos históricos en los que, dependiendo de la zona, se nombra a la villa como Cacavelos o Cacavillos.
Si bien la etimología exacta sigue siendo un tema de debate, la hipótesis más aceptada entre los estudiosos es la que relaciona el nombre con la forma del valle donde se asienta la localidad.
Esta teoría se basa en la palabra latina “caccabus“, que significa “caldero” u “olla” . La forma de cuenco que caracteriza al valle de Cacabelos podría haber inspirado la comparación con un recipiente cóncavo, dando origen al topónimo.
La evolución del latín a las lenguas locales a lo largo de los siglos habría transformado “caccabus” en “cacabelos”, adaptando la palabra a la fonética y la morfología de la zona.
Es importante destacar que esta teoría, aunque ampliamente difundida, no cuenta con una confirmación definitiva. Sin embargo, la relación entre la forma del valle y el significado de “caccabus” resulta bastante plausible y se ajusta a las características geográficas del lugar.