En la provincia zamorana, pegado a Portugal y perteneciente al municipio de Manzanal de Arriba, se encuentra este pueblín de apenas 11 vecinos. Su agreste orografía hace que la vida en el lugar sea dura, y la despoblación se ha cebado con este lugar.
Su territorio cuenta con un alto valor ecológico, y está integrado en el Espacio Natural protegido de la Sierra de la Culebra.
El pueblo es una verdadera joya cultural, pudiéndose apreciar todos los detalles arquitectónicos más típicos de la región leonesa desde el primer momento que ponemos un pie en la localidad.
Considerado uno de los pueblos más bellos de Zamora, fue declarado bien de interés turístico en la categoría de Conjunto Etnológico por la Junta de C. y León.
Las casas tradicionales de esta zona, tienen balcones de madera y tejados de pizarra, y se componen generalmente de dos pisos. La cuadra se situaba en el piso de abajo para aprovechar en invierno el calor de los animales. Una sencilla escalera de piedra, servía de acceso a la vivienda que se situaba en el piso superior. También solían contar con horno de leña para elaborar pan
Además de sus casas, calles empedradas y naturaleza, podremos contemplar monumentos como la iglesia de Santa Cruz, en la que el 13 de Mayo se celebra la Virgen de Fátima y es tradición que los lugareños se apunten en una lista para ser mayordomos de la virgen.
Muy cercano a la aldea se encuentra “el puente de los infiernos”, de muy bella arquitectura. Realizado en piedra sin argamasa.