Dicen que hay tierras que son madres y otras que son hijas abandonadas. Trás-os-Montes, al norte de Portugal, fue durante siglos la mujer que nadie supo amar como merecía. Despoblada por el Gobierno portugués, olvidada en sus caminos rotos y montes silenciosos, vivió mirando al otro lado de la raya: hacia el Reino de León.
Y nosotros, los leoneses, respondimos. Durante siglos, la repoblamos con nuestras manos, nuestras lenguas, nuestras costumbres. Porque Trás-os-Montes nació de la misma raíz que nosotros. Los mapas quisieron separarnos, pero la historia nos volvió a juntar. El vínculo entre esta región portuguesa y la región leonesa es antiguo, profundo y casi secreto, como si de una infidelidad conyugal se tratara: discreta, persistente, y hecha de encuentros que nadie quiso confesar pero que todos sentían.
Es un vínculo de afecto, no de conquista. De cultura compartida, no de frontera. El hijo que tenemos en común se llama memoria rural, y se expresa en sanabrés, mirandés, leonés occidental… lenguas que nacieron del mismo latido y aún resisten en aldeas hermanas de ambos lados de la raya.
Portugal nunca supo cuidar del todo a Trás-os-Montes, pero León la abrazó sin pedirle nada. Y ese amor sin ceremonia permanece en los caminos que cruzan la raya, en los gestos que se entienden sin palabras y en una cultura que sigue creciendo como hijo de dos tierras que nunca dejaron de quererse.
Lhéngua mirandesa:
Trás-os-Montes, la muyé que Portugal nun supió cuidar
Dizen que hai terras que son madres y otras que son fillas deixadas. Trás-os-Montes, al norde de Portugal, fue durante séculos la muyé que ninguén soube amar cumu mercía. Deixada por l’Estadu portugués, espulsada en los sues caminos rutos y montes calados, vivía mirando al lhado de l’outru: el Reinu de Llión.
Y nusoutros, los l.lioneses, respondimos. Al longu de séculos, repoblámos-la cum nuestras mãos, nuestras l.línguas, nuestras custumbres. Que Trás-os-Montes nació de la mesma raiz que nusoutros. Los mapas quixeron apartar-nos, mais la istoria juntó-nos otra vegada. El lhiame ente esta comarca portuguesa y la Región Leonesa ye antiquo, fundo y casi secretu.
Ye un lhiame de afectu, non de conquista. De cultura partillada, non de frontera. El fillu que tenemos en común s’ama memoria rural, y exprésase en sanabrés, mirandés, l.lionés occidental… l.línguas que nacieron del mesmo latido y aún resistin nas aldeas irmanas de los dos l.lhados de la raya.
Portugal nunca supió cuidar de Trás-os-Montes, mais Llión abrazó-la sin pedir nada. Y esti amor sin ceremonia queda nos caminos que cruzan la raya, nos gestos que se entienden sin palavras y nuna cultura que sigue medrando cumu fillu de dos terras que nunca deixaron de quererse.
Fotografía principal: Aldea de Rihonor / Fotografia prencipal: L´aldeia de Rihonor