«A medida del burro hay que comprar la albarda»
La albarda es el arreo de las bestias de carga, compuesto principalmente de dos grandes almohadillas que se adaptan a los dos lados del lomo, y sujeta al vientre por la «cincha» que era una tira de cuero que aprieta la albarda a la tripa del animal.
«A burro viejo, cincha amarilla»
De material o cuero curtido también los bordes de la albarda.
Solía llevar otra especie de cincha en la parte trasera, la retranca, que se colocaba por debajo del rabo para que no se moviera.
Este aparejo de caballerías, básicamente de burros y mulos, consistente en una pieza acolchada, suele estar rellena de paja, lino u otro material similar, alargada en forma de U invertida que se coloca sobre el lomo del animal y cubre los flancos de este.
Servía para que los aparejos que se colocasen encima no hiciesen daño al animal, sobre la albarda podían colocarse las alforjas, los «cuevanos», aguaderas o serones, los «picos» o «ganchos» de madera en forma de «V» utilizados principalmente para llevar sacos de paja, costales, «feijes» de hierba, leña, etc.
También a modo de silla para que, cuando las personas iban montadas, fuese más cómodo el viaje, al no ir sentadas directamente sobre la osamenta de la caballería.
Un lugar típico donde colocar la albarda después de usarla era sobre la «palanca» de las puertas de la portalada.
Una imagen muy común por los pueblos de Aliste era el deambular de los gitanos vendiendo o reparando albardas, colleras y cabezadas para las caballerías que a su vez también compraban y vendían, fundamentalmente burros.
«La culpa del burro echarla a la albarda»
«A burra vieja, albarda nueva»
«No compres caballería con montura, que debajo de la albarda puede estar la matadura (herida)»
«Albarda sobre albarda y sobre las albardas, un borrico»
«Asno comunal, albarda raída»
«El burro que más trabaja, más rota tiene la albarda»
«El que nace para burro, del cielo le cae la albarda»
«Ya muerta la burra, vino la albarda»
«De donde vino el asno, vendrá la albarda»
La collera se utilizaba al aparejar el burro, mula e incluso yegua o caballo (para estos son diferentes) cuando arrastra un trillo, carro o arado. Sobre ella se le acoplaba el yugo que es diferente al de las vacas. Podía ser de material o cuero curtido y de tela fuerte o lona y su interior relleno de pajas con correajes exteriores para sujetar el yugo.
Existía otra modalidad que era «el collerón», aparejo que se le ponía en el cuello a la caballería para poder enganchar los arados o carros «de varas» que eran para que los arrastrase un solo animal. Llevaban también almohadillas para que no se rozaran la piel y en el armazón de madera o hierro, unas argollas donde iban enganchadas una a cada lado las «varas» de los arados y carros para tiro de un solo animal. De una vara a otra iban enganchadas las «barrigueras» que servía para que no se empinara el carro con las caballerías.