San Martín o Santo Martino en zonas leonesas (11 de noviembre) es la fecha tradicional de inicio de las jornadas de sacrificios de animales para el autoconsumo, llamadas matanzas o matacias. Se empiezan a hacer por estas fechas porque las temperaturas comienzan a ser más frías, y con ello se reduce el riesgo de que se pueda estropear algún producto con el calor.
Antaño estas prácticas eran de vital importancia para la economía doméstica, pues de los productos que se sacasen por estas fechas comerían todo el año. Son momentos de encuentros con la familia, de arrimar el hombro para ayudar con las tareas que conlleva, pero fechas de celebración al fin y al cabo.
Aunque es una costumbre casi desaparecida en la España del siglo XXI, en el noroeste español y en especial en la región leonesa goza de gran arraigo, por lo que aún se mantiene viva esta tradición ancestral, aunque su continuidad peligra.
La matanza del cerdo nos la legaron los romanos, y antes que ellos ya la hacían los griegos, así que no es de extrañar que en estos miles de años haya trascendido algún que otro mito unido a la costumbre.
Las mujeres con la menstruación o embarazadas debían de mantenerse alejadas de la matanza, pues esto era garantía de que se estropearían los productos, especialmente la morcilla. También existían ritos a la hora del sacrificio de cerdos, preferentemente las hembras se mataban en cuarto menguante de luna y los machos en cuarto creciente, esto estaba relacionado con la posterior ternura y jugosidad de la carne.
Los tiempos modernos, la despoblación, los requisitos burocráticos y el envejecimiento poblacional, han hecho que el número de matanzas en los pueblos de la región haya descendido drásticamente las últimas décadas, aún así León y Salamanca son las provincias a la cabeza en número de sacrificios de animales en la comunidad autónoma.
Por poner un ejemplo, entre los años 1950 y 1960 sólo en las tierras de Aliste se sacrificaban unos 7000 cerdos por año para consumo propio; La temporada pasada (2021-22) en toda la provincia zamorana se registraron tan sólo 1.109
Orden de 25 de septiembre de 2000, de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social, por la que se regula el reconocimiento sanitario de cerdos sacrificados en domicilios particulares: