Quizás las generaciones actuales aun conozcan la canción, pero desconozcan el hecho de que Clara existió realmente. Hoy la recordaremos.
Clara Martin Mangas fue una mujer de la que se habló mucho en su tiempo y años venideros. Nació el 9 de Junio de 1878 en el pueblo de Villarmayor, muy cerca de Ledesma. Era la hija de un herrero llamado Pedro Martín.
Siendo muy joven, se fue a servir a Ledesma, a casa de un rico terrateniente llamado José Vicente Diez, al cual apodaban “Chapurrín”.
Al poco tiempo, Clara se hizo notar en Ledesma por su belleza, y por supuesto esto no pasó desapercibido para “Chapurrín”.
Cuando Clara contaba con sólo 21 años, se casa con el terrateniente, el cual le llevaba varios años. Pronto tienen el primer hijo, y la familia va aumentando hasta llegar a ser numerosa.
Clara se convierte en el centro de las envidias, odios, comidillas y desprecios de Ledesma y alrededores, pues es una joven sirvienta que se ha casado con el “señor”, el cual le lleva varios años, y que además era muy pretendido por las mozas de la zona debido a sus bienes, veni vidi vici…
Falleció muy joven, y al perecer los lugareños le compusieron esta copla que pronto pasó a formar parte del cancionero popular salmantino.
Cortesía de su autor Gabriel Calvo
FUENTE: Ponencia “mujeres inmortales folclore salmantino” de Gabriel Calvo. 2017