Desde el año 1610, la Virgen de la Vega es patrona de la ciudad de Salamanca junto a San Juan de Sahagún, aunque su consagración no llegó hasta el 1653.
Desde siempre, los salmantinos elevan sus oraciones a la virgen pidiendo su ayuda para épocas de sequía, pero en el año 1706, debido a la guerra de sucesión española, tuvieron que rogar por algo más.
Se cuenta que la ciudad de Salamanca estaba sitiada por el ejército partidario de Carlos VI justo en el momento de las festividades de su patrona. Los salmantinos que defendían la ciudad, se encomendaron a la Virgen de la Vega para poder derrotar al ejército invasor, y la virgen les ayudó proporcionándoles la victoria frente a sus atacantes.
La festividad en su honor tiene lugar el 8 de septiembre (Natividad de María), pero las actividades comienzan unos días antes y continúan durante casi una semana. El más popular de los días de celebración tiene lugar el día 7, con la procesión de la Virgen por diferentes rincones de la ciudad y finalizando con la tradicional ofrenda floral en la Plaza Anaya frente a la Catedral. Este día es muy importante para la cultura regional leonesa, ya que podremos disfrutar de bailes charros y observar las indumentarias tradicionales de la tierra.