Aunque también se la conoce como “capa alistana” lo cierto es que es tradicional del triangulo formado entre Aliste, Tierra de Alba y Tras-os-montes.
Su origen es pastoril, y era la prenda más usada por los ganaderos de otros tiempos para cobijarse del frío al salir a pastorear en los largos inviernos de estas comarcas.
Con el paso de los siglos la capa adquirió un sentido ceremonial, se ornamentó con diferentes motivos llegando a convertirse en prenda de gala, usándose en bodas, bautizos y entierros, toda una seña característica de estas comarcas y una joya de la indumentaria regional leonesa.
Constan de esclavina y capucha o capillo con la “chiva”, adorno que cuelga desde su vértice central cayendo por la espalda, y es denominado así porque se parece a la barba de una cabra o chiva.
Está confeccionada con paño merino color pardo, grueso y muy pesado, por el que el agua resbala; el tejido es de lana de ovejas “negras”, que al no necesitar tintura, era la más utilizada en el mundo tradicional.
El adorno consiste en la aplicación de tejidos semejantes o combinados en negro que reproducen dibujos geométricos pespunteados, elaborados con la técnica de “picado” a tijera; también puede incorporar fleco de paño cortado, y como aportaciones de color, las rayas de lana natural color crudo, un ribete o vivo de paño negro en el escote que termina en cintas ataderas o excepcionalmente iniciales de propiedad.
Una preciosa capa alistana bordada hilo a hilo por la vecina de San Vitero Rafaela Fernández, llegó hasta el Vaticano en 2018 por medio de APECA (Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Alistana) donde pudieron regalársela al Pontífice.
Agradecimiento a la Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Alistana por ceder las fotos para este artículo.
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Fuentes: Ministerio de Cultura y Deporte, APECA.